2 de junio de 2018

El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha

Capítulo Cuarto
De lo que le sucedió a nuestro Caballero cuando salió de la venta.

(fragmentos escogidos)

La del alba sería cuando don Quijote salió de la venta, tan contento, tan gallardo, tan alborozado por verse ya armado caballero, que el gozo le reventaba por las cinchas del caballo.

Y, a pocos pasos que entró por el bosque, vio atada una yegua a una encina, y atado en otra a un muchacho, desnudo de medio cuerpo arriba, hasta de edad de quince años, que era el que las voces daba; y no sin causa, porque le estaba dando con una pretina muchos azotes un labrador de buen talle…
Y, viendo don Quijote lo que pasaba, con voz airada dijo:
-Descortés caballero, mal parece tomaros con quien defender no se puede; subid sobre vuestro caballo y tomad vuestra lanza -que también tenía una lanza arrimada a la encima adonde estaba arrendada la yegua-, que yo os haré conocer ser de cobardes lo que estáis haciendo.

El labrador bajó la cabeza y, sin responder palabra, desató a su criado, al cual preguntó don Quijote que cuánto le debía su amo. Él dijo que nueve meses, a siete reales cada mes. Hizo la cuenta don Quijote y halló que montaban setenta y tres reales, y díjole al labrador que al momento los desembolsase, si no quería morir por ello.

-¿Irme yo con él? -dijo el muchacho-. Mas, ¡mal año! No, señor, ni por pienso; porque, en viéndose solo, me desuelle como a un San Bartolomé.

-No hará tal -replicó don Quijote-: basta que yo se lo mande para que me tenga respeto…

-Del sahumerio os hago gracia -dijo don Quijote-; dádselos en reales, que con eso me contento; y mirad que lo cumpláis como lo habéis jurado; si no, por el mismo juramento os juro de volver a buscaros y a castigaros, y que os tengo de hallar, aunque os escondáis más que una lagartija. Y si queréis saber quién os manda esto, para quedar con más veras obligado a cumplirlo, sabed que yo soy el valeroso don Quijote de la Mancha, el desfacedor de agravios y sinrazones; y a Dios quedad, y no se os parta de las mientes lo prometido y jurado, so pena de la pena pronunciada.

Y, asiéndole del brazo, le tornó a atar a la encina, donde le dio tantos azotes, que le dejó por muerto.

-Llamad, señor Andrés, ahora -decía el labrador- al desfacedor de agravios, veréis cómo no desface aquéste; aunque creo que no está acabado de hacer, porque me viene gana de desollaros vivo, como vos temíades.

Y desta manera deshizo el agravio el valeroso don Quijote; el cual, contentísimo de lo sucedido, pareciéndole que había dado felicísimo y alto principio a sus caballerías, con gran satisfación de sí mismo iba caminando hacia su aldea…

… levantó don Quijote la voz, y con ademán arrogante dijo:
-Todo el mundo se tenga, si todo el mundo no confiesa que no hay en el mundo todo doncella más hermosa que la emperatriz de la Mancha, la sin par Dulcinea del Toboso.

-Señor caballero, nosotros no conocemos quién sea esa buena señora que decís; mostrádnosla: que si ella fuere de tanta hermosura como significáis, de buena gana y sin apremio alguno confesaremos la verdad que por parte vuestra nos es pedida.

Que, ahora vengáis uno a uno, como pide la orden de caballería, ora todos juntos, como es costumbre y mala usanza de los de vuestra ralea, aquí os aguardo y espero, confiado en la razón que de mi parte tengo.

Y, en diciendo esto, arremetió con la lanza baja contra el que lo había dicho, con tanta furia y enojo que, si la buena suerte no hiciera que en la mitad del camino tropezara y cayera Rocinante, lo pasara mal el atrevido mercader. Cayó Rocinante, y fue rodando su amo una buena pieza por el campo; y, queriéndose levantar, jamás pudo: tal embarazo le causaban la lanza, adarga, espuelas y celada, con el peso de las antiguas armas.

-¡Non fuyáis, gente cobarde; gente cautiva, atended!; que no por culpa mía, sino de mi caballo, estoy aquí tendido.

Y, llegándose a él, tomó la lanza, y, después de haberla hecho pedazos, con uno dellos comenzó a dar a nuestro don Quijote tantos palos que, a despecho y pesar de sus armas, le molió como cibera. 
No hay mayor peligro, para sí y para otros, que un recién iniciado con ínfulas de maestría, armado con anillos, pines y vistosos arreos; intentando impartir moral en un primer viaje entre lo justo y lo injusto, entre lo blanco y lo oscuro. Casi siempre su lengua lo pone a pasar las duras y las maduras. Así iba nuestro Quijote, guiado por el buen Rocinante, quien quedó a cargo, no solo de llevarlo de ida, sino también, de encontrar la salida y la ruta de huida, mientras su amo con dolor aprendía, que la experiencia de una equivocación es mejor argumento que toda suerte de teorías.   
Mejor le hubiera ido al mozuelo de la historia sin la ayuda del Quijote; y al propio Hidalgo, si no se hubiese dejado llevar por la soberbia de querer imponer, como premisa universal, con amenazas y bravuconadas, la belleza de su bien amada, verdad imaginaria.  
        
(Notas del Editor)

V:.I:.T:.R:.I:.O:.L:.

A...L...G...D...G...A...D...U...

S...F...U...


V...I...T...R...I...O...L..., la palabra se compone realmente de las iniciales de una oración latina: “VISITA INTERIORA TERRA RECTIFICANDO INVENIES OCCULTUM LAPIDEM” lo que se podría traducir como “Visita el interior de la tierra y rectificando encontrarás la piedra oculta”.


He escuchado en las sesiones de instrucción, como a los HH... MM... hacer énfasis a esta palabra, por lo para elaborar esta plancha me la leí una y otra vez, cada vez que la leía le daba un grado de interioridad que no lo puedo expresar con palabras y pude reflexionar lo siguiente:


V...I...T...R...I...O...L..., se conforma de 7 letras, y lo primero que hice fue indagar acerca del significado numérico del siete, y encontré en el campo de la numerología se utiliza el siete para significar el pensamiento, la espiritualidad, la conciencia, el análisis psíquico, la sabiduría, de esos significados, me llamo mucho la palabra sabiduría, pues esta la podríamos entender como los conocimientos amplios y profundos que se adquieren mediante el estudio o la experiencia. En ese momento logre entender, porqué es V...I...T...R...I...O...L... palabra tan importante y el énfasis de la misma.


Volví a leer lo que traduce la misma palabra, y encontré que ella contiene un mensaje, el cual no lo había evidenciado hasta que me senté a realizar éste trabajo, pues comprendí que había era oído la palabra, mas no escuchado, gran diferencia., pues en mi entender que la misma nos habla es de un desplazamiento a un lugar, por ello creo que se hace énfasis a la palabra visita, pues con ello no permaneces en ese lugar, es decir, vamos y volvemos, dicha visita la realizamos al interior, es decir, mirar dentro de nosotros, lo que implica una auto evaluación, evaluación que considero se centraría en nuestros actos realizados hasta el momento de nuestra iniciación con el propósito de mejorar y enderezas aquellos pensamientos y conductas erradas, lo que implica que encontramos la sabiduría.


Éste trabajo, me permitió reflexionar demasiado y pensar que lo más importante para encontrar la piedra oculta que encierra la palabra V...I...T...R...I...O...L... es conocernos, es decir, encontrar nuestra piedra bruta, y saber su conformación, pues las piedras se conforman de minerales necesarios (por ejemplo, el granito siempre contiene cuarzo, feldespato y mica) y accesorio (por ejemplo, el granito puede contener zircón y apatito), nuestra piedra bruta, también, pues a manera de símil debe contener lo necesario y lo accesorio, y debemos tallarla y tallarla, hasta que esos minerales que tenemos nosotros, que son errados los mejoremos.

Q:.E:.P:.D:. Q
...H... JoséJ...F...A...
Resp
...Ben...Log... Cons... de la Arm... No.11

Btá.-Col.